Se suele iniciar una psicoterapia cuando se desea mejorar el bienestar o las relaciones con el entorno. Cuando se siente algún tipo de incomodidad, insatisfacción, dolor físico o psíquico que está indicando que algo interno o externo ha de cambiar. Está especialmente indicada en situaciones de crisis personal, de cambio, inseguridad, desorientación, miedo, estrés, ansiedad, angustia, pánico, falta de sentido de la vida, tristeza, depresión, duelo, insatisfacción.
También se muestra efectiva para dilucidar los asuntos del amor y las relaciones amorosas, para desarrollar nuestra capacidad de amar, de disfrutar de la vida, de vivenciarla con más intensidad y profundidad. De gestionar la alegría, la pasión, el éxito, la armonía, el amor y la plenitud.